El contundente triunfo de los candidatos a consejeros del partido republicano ha remecido a la sociedad en su conjunto, a nadie ha sido indiferente el resultado obtenido en las urnas, pero, ¿Qué podemos esperar de su trabajo cuando asuman el 7 de Junio?, vamos por partes.
Seamos honestos, nadie previó un abultado triunfo republicano, situación que se da exclusivamente porque ha vuelto en gloria y majestad el voto obligatorio; en efecto, desde el plebiscito de salida del pasado 4 de septiembre de 2022, la ciudadanía comprende que con la reposición del voto obligatorio, está obligada a pensar su voto, obliga a informarse para tomar una decisión informada y, eso en un país con baja preparación cívica, es un paso gigante en el proceso de toma de decisiones políticas, porque lleva al interior de cada hogar la discusión sobre decisiones que sí nos afectan en el diario vivir.
Lo que no parece razonable es el acomodo mañoso que una vez más la clase política ha dejado de manifiesto al incluir paridad de salida, qué significa esto, es muy sencillo y queda meridianamente claro en lo sucedido al candidato del partido Renovación Nacional Juan Sutil en la Región de O'higgins, quién obteniendo más de 75 mil votos en las urnas, es reemplazado por una candidata de su mismo partido y que obtuvo solamente casi 19 mil votos, en otras palabras, para la clase política 25% es más que 75%, todo ello en nombre de la mal llamada paridad de género que tuerce la voluntad del soberano y por la que se desprecian los votos de un pueblo que quiso a uno, pero que el sistema le dijo que no, en beneficio de otra.
Sabíamos que este proceso electoral, que por cierto no queríamos y no pedimos, constituía el rebaraje del naipe político, establecía en su resultado el reordenamiento de las fuerzas políticas, más allá de lo que haya dicho el presidente Boric en términos que este proceso no trata del gobierno o cuentas respecto de la gestión realizada; he aquí la importancia que el Partido Republicano haya competido en lista independiente, sin aliarse con nadie, esto permitió obtener una foto nítida del verdadero peso político de los republicanos dado el actual escenario económico, político, social y particularmente de seguridad,; Republicanos, que no siendo el partido más grande en términos de militancia, lo es ahora en términos de fuerza política, pensando por cierto en las elecciones de alcalde del 2024 y las parlamentarias y presidenciales de 2025; pero no todo son cuentas alegres, esta es la foto de un triunfo puntual, que solamente será capaz de prevalecer si es que los republicanos son fieles a su declaración de principios, si se mantienen firmes en sus creencias respecto de la visión de nación que tienen, esto es, liberal en lo económico y conservador en lo valórico saldrían victoriosos y cosecharían por fin lo negado en las presidenciales de 2021.
El resultado del 7 de mayo obtenido por el Partido Republicano, lo deja a la cabeza como fuerza política predominante, anulando por completo a fuerzas tradicionales como el Partido Demócrata Cristiano, el Partido por la Democracia, Radicales y Liberales de la lista Todo por Chile que nada dio a Chile en esta pasada, quienes quedaron reducidos a cenizas; ni hablar de la estrepitosa caída del Partido de la Gente que literalmente se quedó sin gente.
Mención aparte merecen aquellos que promovieron el voto nulo; por las razones que usted quiera, el resultado fue histórico, nunca visto antes en nuestra democracia con este nivel de contundencia, casi un 17%, concentrando con ello más de 2 millones de adherentes, los que sumados a aquellos que votaron en blanco y que significaron casi un 5% con más de medio millón de votos, han enviado una señal potente, señal de la que tampoco podemos quedar indiferentes, porque de alguna forma, ellos constituyen la base del voto En Contra para el plebiscito de salida del próximo 17 de diciembre de 2023. La abstención del 21% del padrón electoral es razonable y respecto de ellos no es necesario especular, es lo usual y está en la media en términos históricos con voto obligatorio. El ejercicio del voto nulo sirvió exclusivamente para la ocasión, en elecciones de alcaldes, parlamentarios, gobernadores y presidenciales sería absolutamente nefasto para nuestra democracia, porque ello anularía la legitimidad de los resultados, debe a mi juicio evaluarse el futuro escenario de un voto nulo vinculante u opción que signifique por ejemplo "ninguno de los candidatos" como efecto para responder a pretensiones de políticos que presentan candidatos mediocres o derechamente corruptos, pero eso es otra historia.
Con la mirada puesta en el futuro y dejando atrás el resultado del 7 de mayo que ya es historia, conviene centrarse en analizar qué hará el Partido Republicano con 23 consejeros electos, de un total de 51, porque recordemos que finalmente y de acuerdo al % de participación electoral, ello permitió a 1 de los 2 representantes de pueblos indígenas ser electo, el tema es que el que resultó favorecido es nada menos que Alihuén Antileo, uno de los fundadores de la CAM, organización terrorista que la izquierda en el congreso se negó a definir como tal, pero eso es otra historia.
Las fuerzas para proponer un texto razonable que eventualmente sea aprobado por la ciudadanía el próximo 17 de diciembre de 2023, pasan necesariamente por los acuerdos en normas sobre los 12 bordes definidos como intocables por la modificación constitucional, amoldarse a aquello resultará prácticamente un imposible, ahora, aquello que son intocables no ha resultado necesariamente un obstáculo para las propuestas de norma que deberán ser votadas por el consejo constitucional y, para muestra un botón. El borde número 10 dice textualmente "Chile consagra constitucionalmente con subordinación al poder civil la existencia de las Fuerzas Armadas y las Fuerzas de Orden y Seguridad, con mención expresa de Carabineros de Chile y de la Policía de Investigaciones de Chile", si bien no se ha eliminado del todo, no habrá capítulo especial como es el que hoy tienen en la constitución vigente en el capítulo XI y, el otro tema con esta norma, es que dice que ellas estarán subordinadas al poder civil, algo simplemente inaceptable, ellas están subordinadas expresamente a la Constitución y no para ser utilizadas por el poder civil de turno, lo cual de persistir, hará inviable la aprobación del texto propuesto.
Respecto de otros bordes, mucho se ha hablado del número 5 que sostiene en la propuesta que "Chile es un Estado social y democrático de derecho...", esta definición en manos de Republicanos que serán mayoría en el consejo constitucional, no es precisamente bienvenida, por tanto no aceptada, porque en la declaración de principios del partido se afirma que ellos creen en una Economía Social de Mercado, muy diferente a la propuesta de borde. En Europa, un Estado social y democrático de derecho fue la solución a la que llegaron países de ese continente en el contexto histórico del siglo pasado, producto de las guerras mundiales en las que se vieron envueltos, la solución chilena más bien se parece a la de países tercermundistas como Haití, Pakistán o Somalía y esto no es broma, revise sus constituciones y evidentes resultados. Un Estado social de derechos requiere de instituciones públicas sólidas, libres de grasa y corrupción, cosa que no es nuestro caso y por lo que tenemos un largo camino que recorrer; sin una estructura robusta, armónica y coherente, lo que conseguiremos con ese modelo será más riesgos e incertidumbres que seguridad y certezas, ello sin considerar que el Estado social y democrático de derecho en visión de la izquierda, no es otra cosa que el Estado a cargo de financiar y proveer derechos sociales con cargo a una mayor carga impositiva, excluyendo en muchos casos a la participación de privados.
Los países serios no cambian una constitución comenzando desde cero, borrando cualquier vestigio de la anterior, lo que hacen es modificar tanto como sea necesario la vigente para adaptarla al presente y futuro, por qué menciono esto, porque ya hay voces al interior de la comisión experta que estarían anticipando un mecanismo alternativo en caso de volver a rechazarse la propuesta del próximo 17 de diciembre, ¿será esto un viso de lo que se vendrá con la contundencia del partido republicano en el consejo constitucional?, digo esto porque este escenario no previsto por nadie con 23 consejeros de republicanos, establece una puesta en escena muy diferente, en republicanos ha quedado el tercio necesario para el veto o rechazo de normas que no estén de acuerdo a sus principios valóricos, económicos y/o sociales, además de tener - eventualmente - el quorum suficiente para aprobar lo que les parezca, dado que se necesitan 31 votos y ellos solos ya tienen 23, 8 votos les faltaría, que no parecería raro que los obtengan entre los 11 escaños que logró ChileVamos (6 UDI, 4 RN y 1 Evópoli), por mucho que ChileVamos haya expresado públicamente, claro, antes del resultado ya conocido, que no verían con malos ojos pactar en línea con el PC más que con Republicanos, esto porque a la coalición Unidad por Chile le faltan hartos más escaños para lograr los apetecidos 3/5 (le faltan 15 para llegar a 31 y que no tiene de dónde obtenerlos con ChileVamos que sólo tiene 11, más el voto del representante de pueblo originario, que tiene 1, aún así le faltarían 4 que jamás conseguirá).
Con todo lo anterior, lo que se avizora en el futuro inmediato es una polarización bastante preocupante, más de la existente, el ala más extrema de la izquierda sabe que no tiene posibilidad alguna de reflotar alguna de sus ideas que tan entusiastamente llamaron a aprobar en el plebiscito pasado, eso hará que se movilicen en la calle, que es por cierto, lo que mejor saben hacer, seguirán muy probablemente con estudiantes paralizados en protestas que continuarán destruyendo, utilizarán seguramente a la CUT para apresurar demandas de mejores sueldos, aumentará la grasa estatal vía contratación de más de los suyos para contener el desempleo, aumentará sin duda la inflación producto de las incertidumbres económicas y por supuesto la incontrolable situación en términos de seguridad interna, más lo relacionado con la población ilegal de nuestro país, que por mucho que haya algunos yéndose de nuestro país, no frena la llegada de indeseados por pasos fronterizos irregulares para seguir sosteniendo la idea de una eventual revolución por vías no democráticas, la revolución está en pausa y en eso el Partido Comunista y el Frente Amplio, más los sectores anárquicos no se pierden ni por un segundo.
Si llegamos al 17 de diciembre para realizar el plebiscito de salida, muchas cosas sucederán en el camino, por lo pronto no es extraño anticipar que la izquierda del Partido Comunista y todo el Frente Amplio, harán ingentes esfuerzos por llamar a votar en contra, si a eso sumamos el 21,54% entre nulos y blancos, más un porcentaje razonable de los que en esta pasada se abstuvieron y que fueron más de 3 millones de ciudadanos, las condiciones para un contundente voto En Contra están ahí, sólo hay que seguir firmes, ocupados e informados de lo que ocurra a partir del próximo 7 de junio, cuando asuman los 51 miembros del consejo constitucional.
No lo olviden, las piezas que le faltan al puzzle político para ser resuelto, las seguimos teniendo nosotros como ciudadanía, nos unimos o nos hundimos.