martes, 18 de junio de 2019

EL PARADIGMA DE LA REPRESENTATIVIDAD


Artículo escrito por: A PASO FIRME

Muchos políticos se niegan a comprender que los ciudadanos no somos un puñado de votos a los que hay que salir a conquistar con sonrisas falsas y apretones de mano hipócritas; el descrédito por la forma de hacer política en la actualidad, está marcado en gran medida por la lejanía que muchos políticos han demostrado tener respecto de la realidad y necesidades de la gente común y corriente, en efecto, hoy lo que vemos son caudillos abrazando ideas y generando iniciativas mezquinas y de corto alcance, con el único fin de posicionar agendas propias o las del partido que representan, olvidando por completo que la representación que deben ejercer es respecto de la ciudadanía, vemos con desazón que una parte importante de ellos lo único que privilegia es el cálculo electoral, no existe un análisis de la sensibilidad e impacto de sus iniciativas en el electorado, todo es en función del partido, olvidan por completo que el capital más grande, importante y vital de Chile es el independiente, ese que tiene una tendencia, pero que no es capaz de suscribir a alguno, porque en ninguno encuentra lo que siente y necesita le sea provisto; esto es una constatación empírica de la verdadera y única realidad objetiva, donde más del 90% del padrón electoral no tiene afiliación política, pero que sin embargo está cautiva por las decisiones que menos del 10% que sí la tiene; entonces así, cual depredador tras su presa, los políticos salen a hacer ofertones demagógicos y populistas, queriendo interpretar lo que esa gran mayoría aspira, pero que en la práctica no tienen ninguna intención de llevar a cabo y desarrollar, sólo buscan votos y el dinero que está asociado a su obtención.

En resumen, la evidente apatía de la gente por participar en elecciones de voto popular y su cada vez más alejado compromiso con el país, es la respuesta ante la actitud indiferente y menospreciativa que la clase política de forma transversal tiene, respecto del hecho de hacerse cargo de forma honesta, transparente, responsable y sistemática de las necesidades e iniciativas que le gente espera sean abordadas para una mejor convivencia, un mejor desarrollo y una sostenida superación de nuestras necesidades básicas y cotidianas como país, en términos de seguridad, acceso digno a la salud, a una educación que vaya en el sentido de cubrir las necesidades que el país requiere, a transitar durante la vida productiva por un camino con un objetivo trazado a largo plazo y no a lo que dure un período presidencial o parlamentario específico.

Finalmente, reconocer que la decisión final para que esto cambie es nuestra, no del otro, debemos en primera persona hacernos cargo de transformar este lamentable paradigma al que nos han conducido ciertos políticos; el empoderamiento responsable de todos nosotros frente a este desperdicio evidente de recursos humanos y económicos debe ocurrir cuanto antes, para ello debemos asumir activamente un rol fiscalizador, exigir respuestas concretas a quienes hemos mandatado para representarnos, citarlos a nuestra unidades vecinales, son esas instituciones comunales las que debemos fortalecer, todo el cambio ocurre en el barrio, luego en la comuna, en la región y finalmente en el país, no es al revés como pretenden, donde las iniciativas van perdiendo peso, se van transformando equivocadamente y finalmente lo que llega al barrio, la comuna, la región y finalmente el país, no es ni por cerca lo que la gente necesita para lograr mejor calidad de vida y sentir verdaderamente que su esfuerzo y muchas veces el sacrificio, valió la pena.

No hay comentarios:

Publicar un comentario


Tu comentario respetuoso es una contribución al diálogo.

Muchas gracias.

Títulos destacados

INTERVENCIÓN MILITAR, UN SUEÑO RECURRENTE EN LA CULTURA CHILENA

Escrito por: A PASO FIRME      Nuestras fuerzas armadas se encuentran profundamente arraigadas en el corazón de la sociedad chilena, tanto e...