En un país donde las cosas funcionan
como corresponde, no es necesario llenarse de comisiones investigadoras para que
ellas hagan el trabajo que se supone debe ser bien hecho per se. La responsabilidad
de cada uno en el puesto que tiene asignado y de acuerdo al rol que ejerce es
intransferible, así de simple. Ya perdimos la cuenta de cuantas comisiones se
han creado para investigar irregularidades y cuanto dinero nos ha costado a
todos financiarlas ¿Para qué? ¿No se supone que deberían estar los
especialistas de cada unidad u organización preocupados de hacer bien su
trabajo? ¿No es acaso para eso que están ellos ahí?
Lo
que vivimos es el resultado del cuoteo político que afecta a prácticamente
todas las instituciones públicas, todas ellas están repartidas y administradas
por operadores políticos que se han hecho de sus cargos solamente respondiendo
a la enfermiza necesidad de repartirse el poder. El eterno juego de las sillas
musicales, hoy de Director acá y mañana en otro lugar. Ya va siendo hora que
nos pongamos serios y aspiremos de una vez por todas a ejecutar un plan de
mejoramiento y saneamiento de todo el aparato público, eliminando toda la grasa
que tiene el sistema, desechando la redundancia, eliminando el holgazaneo,
generando eficiencia, aplicando tecnología y conocimiento. Debe quedar claro
que la única forma de superar nuestra mediocridad es haciendo cambios
radicales, seleccionando por mérito a todos los funcionarios públicos. Basta de
poner al pariente, al amigo, basta de pagar favores políticos sacrificando la
eficiencia y los recursos que todos ponemos para su funcionamiento. No nos
olvidemos que el Estado somos nosotros, en sí no produce nada, su rol es de
administrar recursos; Cómo lo va a hacer si para ello no cuenta con los
técnicos y especialistas preparados que hoy en muchos casos están vendiendo
seguros, celulares, empleados de garzones, etc. porque “no hay trabajo”. ¡Qué
es eso, por favor! trabajo hay y mucho, solamente basta que nos pongamos serio
y de una vez por todas lo hagamos bien, si realmente queremos legar algo de
valor a las futuras generaciones.
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