Artículo escrito por: A PASO FIRME
Resulta
evidente que la democracia representativa es actualmente un mito, así de simple
y sin más; esta forma de representación delegada y entregada a algunos para con
ello gobernar y legislar sobre nuestro destino, se encuentra en estado de
descomposición avanzada.
El
voto ciudadano al que aspiran los candidatos se encuentra condicionado por los
contenidos de sus campañas electorales que todos – nos guste o no – les financiamos,
por tanto aquel candidato/a ofrecerá su discurso incluso panegírico con tal de
cautivar la mente y con ello el voto del electorado al que quiere convencer, el
derroche de cinismo e hipocresía puede incluso retratarse, sobran los abrazos,
las fotos en grupo, las selfies con sus ilusionados e ingenuos adherentes, las
prebendas están a la orden del día, los apretones de mano con una fuerza como
nunca lo han hecho antes, es que la performance de campaña debe ser potente y
penetrante, todos son artilugios válidos que ejecutan a la perfección cual profesional
prestidigitador que puede hacer aparecer la riqueza sólo agitando rápidamente
sus manos y hablando rápido y de corrido – a veces – ; sabemos por experiencia
que no legislarán y/o gobernarán según lo prometido, eso será lo menos que se
vea presente cuando sean ungidos como honorables; luego de aquello, si te he visto
no me acuerdo por los próximos 4, 8, 16, 32 años, en una progresión geométrica
limitada sólo por la edad del honorable...del congreso a la tumba y con
honores.
Toda esa introducción previa es para desmenuzar esta descomposición de nuestra democracia, en particular, la del congreso de Chile. Visto así, lo representado el día 26 de mayo de 2020 por el senado de la república en torno al "Proyecto de Reforma Constitucional para limitar la reelección" es simplemente vergonzoso. Un proyecto de ley para fijarse limitaciones a ellos mismos, esto es lo particularmente observable, porque no se trataba de una iniciativa para el pueblo, es para que los afecte a ellos, pero ¿a cuáles de ellos?, vamos por parte.
Toda esa introducción previa es para desmenuzar esta descomposición de nuestra democracia, en particular, la del congreso de Chile. Visto así, lo representado el día 26 de mayo de 2020 por el senado de la república en torno al "Proyecto de Reforma Constitucional para limitar la reelección" es simplemente vergonzoso. Un proyecto de ley para fijarse limitaciones a ellos mismos, esto es lo particularmente observable, porque no se trataba de una iniciativa para el pueblo, es para que los afecte a ellos, pero ¿a cuáles de ellos?, vamos por parte.
Primer
acto:
En
su segundo trámite legislativo primero se puso en tabla el límite a la reelección
– recordar que por primera vez se puso en tabla hace 14 años – que buscaba limitar
la reelección de diputados a 3 períodos y a 2 en el caso de los senadores –
también se afectaban cores, alcaldes y concejales – esta distinción es para concebir
de manera “equitativa” el aporte al país y todos puedan hacerlo de forma
equivalente – si usted cree esto, es su problema – enriqueciendo y
perfeccionando así nuestra democracia.
Como
se trata de una iniciativa que los afecta directamente, revela aquí lo que verdaderamente
son en general, que no es otra cosa que una clase desconectada absoluta y
completamente de la realidad ciudadana y peor aún del país en su conjunto, exacerbado
aquello con la sensibilidad que provoca la crisis sanitaria por covid-19, aquí
aflora lo mejor y lo peor de cada uno según van justificando su votación, pero
si vamos a desmenuzar, observemos a quienes votaron por rechazar la propuesta
de reelección y sus declaraciones en el tiempo:
- Jacqueline van Rysselberghe (UDI) / "Voto en contra de este proyecto porque es un profundo error
y no soluciona los problemas de fondo"
- Juan Antonio Coloma (UDI) / "No considero democrático que se limite la opción de que las
personas puedan votar. Si alguien lo ha hecho bien, es la ciudadanía la
que debe pronunciarse...es más democrático dar opciones y no quitarlas"
- Alejandro García Huidobro (UDI) / "Creo en la libertad de las personas para elegir a quien
quiere que los represente y a la libertad de presentarse a una elección
popular. Esto va en contra de la libertad"
- José Miguel Durana
(UDI) / La hipocresía en su máxima expresión -> “Esta norma protege nuestro sistema democrático, garantizando
límites a la reelección de nuestras propias funciones y nos invita a ser
vigilantes de nuestra institucionalidad y garantes de la democracia a la cual
nos debemos, es por ello que a tiempo de manifestar mi aprobación a este
proyecto de ley, hago votos porque todos pudiéramos a través de este tipo
de iniciativas y reformas constitucionales nuestra democracia” – Discurso en el Senado 11-nov-2019
- Jorge Pizarro (DC) / “Lo he dicho en varias oportunidades, es la esencia de una democracia más participativa que la ciudadanía reelija o no a sus autoridades. Estoy convencido que los organismos colegiados no deben tener este límite.”
- Jorge Soria (Ind. pro PPD) / "Si Chile quiere elegir a los mismos que están hoy, los
reelegirá…estoy porque se respete lo que quiere el pueblo y se le dé
facilidades a quien quiera llegar al poder con el respaldo del pueblo"
- Juan Pablo
Letelier (PS) / “Si creen que me van a sacar de la
política están muy equivocados” –
La Tercera 14-abr.2019
- José Miguel Insulza (PS) / Se abstiene / "Creo que la gente tiene derecho a elegir a la persona que le
parezca, por tanto, no soy muy partidario de esto y me abstengo"
Por
tratarse de una ley de quorum calificado, la iniciativa para los primeros 5
puntos necesitaba 27 de los 43 votos para ser aprobada, el resultado final, 35
a favor, 7 en contra y 1 abstención. Uno podría sentirse tentado de pensar, qué
es lo que se critica si finalmente se aprueba la reforma en su trámite y
justamente el efecto de su ejercicio es lo que permite este resultado; lo es en
tanto y cuanto hay una mayoría aún capaz de interpretar a sus electores, lo es
en tanto y cuanto el resultado general es transversal, pero deja de serlo
cuando constatas que la izquierda y la derecha unida, jamás serán vencidas, he
aquí el primer acto de prestidigitación ejecutado brillantemente por ellos.
Segundo
acto:
Debía
votarse el punto 6 del proyecto y que dice relación con la retroactividad de la
norma, es decir, una disposición transitoria que establecía el cómputo de los
períodos anteriores, en otras palabras, si se aplica a partir de ahora o se
aplica en 13 años más; la limitación afecta a los que vengan en el futuro, no a
mí. El resultado de la votación dio cuenta de 22 a favor, 7 en contra y 12 abstenciones, por lo que finalmente se rechaza;
francamente el hecho de abstenerse en una iniciativa de esta magnitud ni
siquiera debería permitirse, porque aquí no hay objeciones de conciencia, ni
siquiera sirve de pálido argumento de la incumbencia que eventualmente lo obligaría
a inhabilitarse, si es por ello, todos sin excepción son incumbentes, entonces
el refugio que creen encontrar en esa miserable opción resulta patético,
hipócrita y cínico...como mínimo. Aquí es donde más claramente puede verse con
toda nitidez la ambición de poder, difícil es templar en el poder a los que por
ambición simularon ser honrados, es tal la desfachatez que hasta recordar a George
Orwell ya resulta un esfuerzo estéril y lo cito para explicar por qué creo que
es así “No habrá risa, no habrá arte, ni literatura ni ciencia; sólo habrá
ambición de poder, cada día de una manera más sutil”, hasta la sutileza se
la robaron.
Nuevamente
la élite política no sólo tuvo diferencias, sino que aquí se produjeron todo
tipo de combinaciones, los que aprobaron la primera parte, ahora aparecían
votando el rechazo o simplemente se abstuvieron, ¿por qué?, a mi juicio es lisa
y llanamente porque la “democracia” que practican es tan válida como a otros afecte
y para ello se dieron toda clase de latos, mañosos y somnolientos argumentos
que terminaron por desnudarlos en su pequeñez y miopía, los mostró como verdaderas
aves rapaces que son, con un nivel de descaro respecto del cual dudo que
nuestra lengua tenga tantas palabras para calificarlos, la rabia e impotencia
que genera esto sólo puede explicarse porque simplemente no supimos a quién
elegir, nos dejamos seducir por personajes de la peor calaña, donde estoy
cierto que necesito sólo una mano para contar a aquellos capaces de superar un básico
test psicológico, verdaderos sociópatas de la política, por cierto este
trastorno está perfectamente documentado para aquellos que padecen trastornos
de personalidad antisocial y no exagero en el calificativo, para mayor
abundamiento 7 rasgos que los deja en evidencia:
1.
Carencia de vergüenza ante sus actos, son manipuladores
2.
Mentirosos compulsivos que las transforman y venden como verdades
3.
Uso de capacidades para detectar debilidades de la audiencia,
con carácter fuerte o determinante
4.
Comportamiento muy variable, cambian de estado de ánimo
5.
Ego, se consideran superiores al resto, ignoran y/o rechazan
críticas constructivas del entorno
6.
Esconden emociones o perturbaciones por lo que experimentan, son
de mirada fría y fija
7.
Según la ocasión son empáticos y cordiales para cautivar y lograr
sus objetivos
Poco
importa a esta altura si quienes transversalmente votaron en contra o se
abstuvieron son de izquierda o derecha, lo que importa es la señal que nos
entregaron en algo que resulta incomprensible, la norma ingresará a una comisión
mixta, invirtiendo con ello los roles que a cada cámara le asiste. Este pie
forzado no es más que otro error más de los muchos que acumula como experiencia
nuestro congreso desde “el retorno a la democracia”.
Quizá
lo que más llamó la atención fueron declaraciones como la del Senador Insulza,
quién con toda soltura y desparpajo se manda esta frase “Por qué tanto apuro
con bajarnos los sueldos, limitar la reelección y la retroactividad, esperemos
la nueva constitución”, francamente resulta un insulto siquiera oír semejante
declaración, un tipo ya mayor, que por su edad está más cerca de allá que de
este mundo pedestre como es para nosotros sus electores. En un mensaje lleno de
arrogancia y soberbia se permite dar por aprobado un proceso que ni siquiera se
ha efectuado, centrando ahí todas sus esperanzas para que sea entonces otra horda
de la misma especie, muy bien pagada y por un largo rato, la que zanje esta
discusión artificial en un proceso aún más artificial. Hacer fracasar la
retroactividad y enviarla de vuelta a comisión mixta, representa la máxima
expresión que identifica inequívocamente el fin de una clase política nefasta,
dañina para el alma de la nación, capaz de traicionar las bases que fundaron
nuestra república.
Así
con todo lo anterior, no es extraño que transitemos por un repugnante vertedero
donde se descompone nuestra democracia, un pozo profundo de corrupción moral y
valórico donde impera un mar de palabras vacías en un desierto de ideas sin
sentido, un lugar donde se produce por toneladas un curioso almizcle, que es
producto de toda aquella basura ideológica que nos han vendido desde que con un
arcoíris nos ligaron a la idea de una nueva etapa, un camino para la
reconstrucción social y económica, esa ilusión fantasmagórica donde todo sería
más igualitario y equitativo que en el triste pasado; sumamos 30 años de aquello
y fue así, pero sólo para algunos, lo fue sin duda para aquellos que se encadenaron
a la teta del Estado, se anquilosaron en un sistema que debían reformar y
reconstruir para todos, claro, lo ancho para ellos y lo estrecho para el
pueblo, ese conjunto de ovejas arriadas cada 4 años para decidir
irresponsablemente sobre el futuro. 30 años de politiquería que más que de
acuerdos recuerda arreglines, escándalos que no han sido pocos y que van desde
golpes y descalificaciones personales en el seno del mismo hemiciclo, hasta una
evidente corrupción que ha sido denunciada no por ellos precisamente, sino por
medios de información que independiente de discutible interés, finalmente y en
la suma, algo de transparencia los ha obligado a ejecutar en su opaca
actuación.
Y
van por más, ahora será el turno del DL.3500, donde descansan aún protegidos los intereses económicos de nuestro futuro, nuestros fondos de pensión.