viernes, 30 de octubre de 2020

CARTA CIUDADANA A LOS TRES PODERES DEL ESTADO

 Santiago 13 de noviembre de 2020


A:

Sr. Excmo. presidente de la República, Don Sebastián Pinera Echenique

Sra. Excma. presidenta del Senado, Doña Adriana Muñoz D’albora

Sr. Excmo. presidente de la Cámara de Diputados y Diputadas, Don Diego Paulsen Kehr

Sr. Excmo. presidente de la Corte Suprema, Don Guillermo Silva Gundelach

PRESENTE

 

El presente documento, dirigido específicamente a los representantes de los tres poderes del Estado, tiene el propósito de expresar desde mi posición ciudadana en la sociedad, lo que percibo está sucediendo hoy en Chile en términos de violencia social y política, donde creo firmemente que no ha existido suficiente claridad y efectividad para junto con condenar los hechos que se acumulan, requerir y exigir hacerles frente con todo el rigor que nuestras instituciones poseen con sus herramientas consagradas en la constitución y las leyes, al mismo tiempo esta carta tiene el propósito de solicitar vuestro apoyo explícito para la petición que respetuosamente expongo.

Nos encontramos frente a un desafío mayúsculo que reclama y demanda la mejor de las disposiciones y el concurso de las mentes más amplias y diversas que conforman nuestra realidad nacional y democrática, todo ello para construir una nueva constitución para Chile, que sea capaz de hacer frente a los desafíos propios de nuestra nación y los que de ella deriven para nuestras relaciones internacionales, creo por tanto que el acuerdo por la por la paz social y la nueva constitución firmado por representantes de partidos políticos - no todos por cierto - la noche del 15 de noviembre 2019, no ha sido instrumento suficiente para otorgar las garantías y respeto que ellas exigen para la tarea que la ciudadanía respaldó en el plebiscito del 25 de octubre 2020. Llevar adelante esta tarea, debe ser sin duda la mayor empresa que nos hayamos trazado en el último tiempo, resulta poco relevante a esta altura la forma en que llegamos a este momento, lo que realmente debe interesarnos de cara al futuro, es que este trabajo se realice conforme se espera en condiciones de un Estado de Derecho sin sombras y sin ambigüedades de ninguna especie, por tanto espero se promueva y garanticen las condiciones óptimas de seguridad, paz y tranquilidad para la ciudadanía que debe y necesita urgentemente continuar con lo que mejor hace, mientras esperamos y aspiramos que un grupo selecto de otros brillantes ciudadanos que pronto serán escogidos, se den a la tarea de definir el marco bajo el cual serán regidos nuestros destinos para las próximas décadas y generaciones.

Mis pretensiones como miembro de la sociedad eminentemente democrática en su conjunto y que suscribo esta petición, entiendo que para alcanzar el expedito tránsito de este asunto dentro de lo que dure el proceso constituyente, requiere la imperiosa y urgente necesidad de solicitar a los representantes de los tres poderes del Estado, que tengan a bien suscribir de forma explícita, directa y meridianamente clara cada una de estas solicitudes - sin que el orden de esta solicitud sugiera prioridad - y en consecuencia se sientan animados a suscribirla mediante una declaración conjunta, en punto de prensa o mediante comunicado firmado por ustedes, que comprometa a lo siguiente:

·       Compromiso e involucramiento directo en todo lo necesario a fin de que garanticen la paz y el orden social, para toda la población que habita en el territorio chileno

·       Fortalecimiento de la Agencia Nacional de Inteligencia y todas las inteligencias requeridas

·       Dotar de tecnología para todos los agentes policiales, dedicados al orden y seguridad, a fin de contar con instrumentos que resulten en prueba irrefutable de sus acciones frente a eventuales procedimientos judiciales

·       Difusión pública de juicios relacionados con delitos comunes, violaciones, asesinatos, pedofilia o delitos económicos

·       Aumentar las penas para delitos comunes (portonazos, turbazos, encerronas, etc.) donde el daño social resulta exponencial para la sociedad

·       Creación de una Contraloría independiente, con dedicación exclusiva para la verificación permanente y sistemática de antecedentes requeridos para postular a cualquier cargo público, dependiente o supervisado por el Estado. Junto a lo anterior, promover a la brevedad una iniciativa legislativa orientada a exigir el aumento de los requisitos para participar en la vida pública y particularmente en cargos de elección popular

·       Tramitación urgente de leyes que consideren el aumento de penas aflictivas para delitos de cuello y corbata

·       Garantía, soporte y promoción de iniciativas de control del orden público, asignando con ello todas las atribuciones que la ley vigente le otorga a las instituciones de Orden y Seguridad

·       Respeto irrestricto por las instituciones y sus representantes

·       Respeto a las reglas ya fijadas y por los cuáles la ciudadanía decidió en un plebiscito ir por la opción de construir una nueva constitución

·       Garantía en generación de iniciativas urgentes que permitan recuperar los empleos que se han perdido como resultado de la crisis social y la pandemia por Covid-19

·       Reconocimiento y resguardo de nuestra soberanía frente a cualquier intromisión extranjera, sea cual fuere su naturaleza, forma, ideología u origen

·       Promoción y difusión permanente de la democracia y sus valores


Entiendo con lo anterior, que la administración eficaz de una democracia lo único que no admite es a la violencia, por tanto la prohíbe explícitamente en cada una de las formas que se manifieste al momento de declararnos demócratas, obviarlo y no considerarlo piedra angular, relativizar su relevancia en el juego democrático, es una muy mala señal para el país en su conjunto y no admite dobles lecturas, sólo reconociendo esta prohibición a la violencia es que podemos construir lo que queramos para robustecer nuestra democracia.  

Mi llamado es a hacerse cargo en la forma solicitada y en el más breve plazo, para ello solicito lo analicen en cada una de sus palabras, lo consideren absolutamente suyo, tanto como yo lo considero absolutamente mío, sólo así lograremos fijar un camino conocido para una ruta que sin duda demandará grandes esfuerzos y sacrificios, donde lo mejor de cada uno de nosotros los chilenos estará a disposición de las actuales y futuras generaciones, con el firme propósito de perpetuar el orden, justicia, libertad y soberanía en su más amplio significado, con total respeto por los derechos y responsabilidades que nos asisten; reiterar con firmeza y determinación que nuestro futuro depende de lo que individual y colectivamente aportemos a Chile, para hacer de esta nación una tierra siempre libre, soberana y republicana.

Sin otro particular, les saluda muy atentamente un ciudadano común y corriente, miembro de la sociedad civil que ha expuesto libremente esta humilde pero concreta petición.


lunes, 19 de octubre de 2020

¿QUIÉN GOBERNARÁ AL QUE NOS GOBIERNA?


Artículo escrito por: A PASO FIRME

    "Quién gobernará al que nos gobierna", evocando al gran Plutarco, así quiero comenzar esta columna que pretende recoger una visión de lo que nos ocurre en Chile, no sin antes entregar la respuesta que él mismo tiene preparada para el indocto gobernante: "La ley que reina sobre todos, mortales e inmortales". No centremos la idea de quién nos gobierna exclusivamente en la figura de un presidente, sino más bien sobre todos aquellos que en los 3 poderes del Estado lo hacen.

Llevamos más de 1 año siendo testigos de una asonada vandálica de caos y destrucción que al igual que una ola contra las rocas, golpea porfiada y permanentemente sobre nuestra institucionalidad y peor aún, sobre nuestra democracia.

Comencemos a desmenuzar el concepto de democracia, comprendiendo que es una forma de gobierno con mecanismos expresos y definidos legítimamente para su ejercicio, donde se estimula la participación ciudadana, ella tiene como pilar fundamental de sustento el hecho que se excluye a la violencia en todas sus formas posibles de existencia, el disenso de las ideas pasa a ser clave para una democracia armónica y de buen entendimiento, puesto que con ello se garantiza la libertad de expresión dentro de un marco implícito de respeto cívico, el principio de equidad también forma parte de la democracia, en tanto y cuánto se espera haya suficiente espacio para el fomento de la participación respetuosa y diversa en lo que a religión, sexo, etnia, política o espiritualmente se refiera, en palabras simples, todos los que suscriban lo anterior caben en democracia.

¿Qué hace que una democracia entre en crisis?, a juicio personal creo que el énfasis debe ponerse en nosotros los ciudadanos, en nuestra escasa y casi nula preparación para la participación activa y cívica que nos corresponde, sobre nuestros hombros recae la responsabilidad final por la forma en que la democracia debe permitirse que se desarrolle; un pueblo no puede esperar ser diligentemente conducido si no ha escogido con responsabilidad a sus gobernantes, porque es en la idoneidad de ellos que depositamos nuestra confianza, de forma tal que ellos dirijan y conduzcan a la nación mientras nosotros, los que no participaremos de forma directa en esta conducción desarrollemos de la mejor forma lo que nos ha sido provisto por nuestro intelecto y habilidades naturales, ¿pero cómo podríamos elegir a los más idóneos si nosotros no estamos preparados?, esta incógnita exige y demanda ser resuelta antes de pensar siquiera en quiénes depositaremos nuestra confianza política para construir un futuro sustentable.

Ser gobernado por los peores hombres es un asunto tratado largamente por Platón hace ya más de 2.000 años, ese es el precio a pagar por desentendernos de la política, esperando que sea otro quién se preocupe constantemente de mantener sobre los rieles a la democracia, pretender deshacernos de la noche a la mañana de los efectos de la descomposición moral que ha ganado tanto terreno es tarea casi imposible, ¿Cómo le quita a un niño un juguete que recién ha recibido y comienza a dominar?, no se puede si no hay un control eficiente de la pataleta que desatará, ¿Cómo juega con él a un juego normado con reglas claras y precisas si le permite que las adapte a su conveniencia?, no se puede; visto así entonces, no resulta muy complicado comprender por qué hemos permitido abrirse paso tan descaradamente a políticos de tan baja estatura moral. ¿De qué sirve crear instituciones anticorrupción si ellas las van a administrar personajes que forman parte del problema?, la farsa construida y disfrazada con ropajes de democracia no es otra cosa que un amargo dulce proporcionado por seres sedientos y enfermos de poder, locos desatados y verdaderos desalmados a los que hemos permitido hacer y deshacer frente a nuestras narices.


Vivir en democracia exige ineludiblemente un compromiso e involucramiento permanente con reglas morales, garantes de la libertad de todos frente al poder. Aristóteles nos anticipó que una democracia extrema es lo más parecido a una tiranía, en el entendido que cuando esa mayoría elegida democráticamente no se considera sujeta a la ley y la moldea para fines particulares, respecto de eludir el atender al interés de todos apartando por completo el despotismo, entonces lo que está haciendo es construir una tiranía democrática, aquella donde lo bueno y lo malo viene dado por una mayoría artificialmente construida, en un evidente retorno a la ley del más fuerte, con lo que automáticamente quedan conculcadas nuestras libertades, el pueblo pasa a ser monarca y deja de estar sujeto a la ley y el orden, estableciendo parámetros propios para su actuación; esto es lo que a mi juicio presenciamos y por lo que estamos pagando al desentendernos de la política.


En otro plano de la gobernanza está el legislador, a quién hemos equivocadamente elevado a niveles de un endiosamiento pernicioso, el que a 30 años del retorno a la democracia sólo nos ha mostrado su apetito voraz por el poder y el dinero; el legislador no es un Dios elegido democráticamente, por lo tanto no puede ni debemos permitirle crear a su antojo y definir los límites de la moral, porque no todo lo legal y bueno es moral. Alguien en la Roma antigua se anticipó a esto y llegó a afirmar que si se trataba de robos privados, los ladrones pasaban su vida entre cadenas, pero si eran servidores públicos la pasaban con oro, hoy vemos que ello no es muy diferente, con la excepción que las cadenas han sido reemplazadas por clases de ética, sin embargo el oro sigue llegando a raudales para el servidor público, todo indica que en nuestra historia no hemos superado muchas de estas cosas que al parecer son inherentes al Ser Humano.

Finalmente tenemos el plano de la justicia, quizá el más controvertido de los poderes otorgados a alguien respecto de cómo se administra, entendida como un conjunto de organismos y personas que se dedican a aplicar las leyes en sus tribunales; esta vez se hace necesario unir moral y justicia, porque el principio fundamental de la moral es la justicia, entendiendo con ello que debe existir una aplicación escrupulosa de las normas que regulan la convivencia y las relaciones de individuos o grupo de ellos, cuando la moral deja de formar parte de la justicia caemos indefectiblemente en prácticas sesgadas, inmorales e injustas, se lesionan gravemente derechos e intereses que ponen en riesgo la subsistencia del afectado y destruye al mismo tiempo a la justicia, la ética también recibe un duro golpe porque sin ella es la ideología del que juzga la que se impone por sobre la correcta administración de justicia; recordemos entonces a Sócrates, quién nos advirtió que 4 cosas corresponden a un Juez, escuchar cortésmente, responder sabiamente, ponderar prudentemente y decidir imparcialmente.

En cada uno de los poderes del Estado hemos construido una pirámide invertida, donde nuestra indiferencia y apatía le ha concedido un lugar de privilegio a quiénes nos gobiernan, son ellos los que hemos puesto en la cúspide, permitiendo que nosotros respondamos a ellos, cuando es justamente a la inversa. Si alguna autoridad, de cualquier índole quiere ganarse nuestra confianza, primero debe ofrecernos la suya a cambio.

No tengo la pretensión de entregar la solución a nuestros males, porque carezco de mucho de lo necesario para arrogarme tal empresa, más bien lo mío es invitar a la reflexión, aquella que con un mínimo de sentido común es capaz de hacernos comprender lo que sucede y con ello abrir los ojos, de forma tal que ello nos remeza e invite a modificar nuestra conducta cívica, dejar de ser simples espectadores y convertirnos de verdad en actores principales de lo que sucede a nuestro alrededor. Mis artículos generalmente tienen alusiones a filósofos y pensadores Griegos o Romanos, los rescato permanentemente porque en ellos reside un conocimiento y experiencias que no pueden caer en el olvido, por mucho que hayan pasado siglos desde que fueran expuestas sus ideas y concepciones relativas a la moral, la justicia, el gobierno y la democracia, entonces, con todo lo anterior ¿Quién gobernará al que nos gobierna?

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