Estamos en el siglo XXI, sin embargo,
hay políticos que al parecer no se lavan los oídos desde el siglo pasado, urge un lavado
de oídos de todos quienes participan en política y a su vez son deliberantes o
gravitantes respecto de nuestro futuro; En efecto, todo demuestra que muchos no
escuchan o sencillamente no quiere escuchar lo que realmente le afecta a la ciudadanía.
De verdad quisiera pensar que esto se puede resolver con una visita al
otorrino, porque así tenemos la posibilidad de resolver el problema desde su
origen y enmendar el rumbo; Si por el contrario, el problema de escuchar la voz
del pueblo estuviese radicado en una condicionalidad interpuesta por ellos,
entonces el problema es realmente serio y debemos no sólo preocuparnos, sino
que ocuparnos a la brevedad.
¿De
qué forma debemos ocuparnos? – Ejerciendo responsablemente nuestro voto en las todas
y cada una de las próximas elecciones, adicionalmente debemos participar activamente
en denunciar con datos duros todos los hechos de corrupción y abusos a que nos
someten algunos depredadores políticos y más importante aún, dejando de lado
esta apatía cívica que significa no querer hacernos cargo de lo que nos afecta para
lograr el crecimiento y desarrollo sustentable que el país requiere para
superarse a sí mismo. No vaya a ser que también nosotros necesitemos de una
visita al otorrino para aprender a escucharnos entre nosotros y entender la
responsabilidad que nos cabe frente a los gobiernos que escogemos.
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