Artículo escrito por: A PASO FIRME
Resulta impresionante ver el efecto que las movilizaciones
comenzadas en octubre pasado han dejado y continuarán por un buen rato dejando
en nuestra economía, en efecto, desde el punto de vista económico las cifras
son espeluznantes, sólo comprensibles por algunos más ilustrados, cesantía,
éxodo de inversiones de capital, negocios cerrados, pymes destruidas, comercio familiar
destrozado, daño patrimonial hecho bolsa, propiedad pública al nivel de Alepo,
en suma, una verdadera y sudada cueca en pelotas.
Desde el punto de vista social, lo que visualizo es una
decadencia pocas veces vista, resabios de antiguos agitadores sociales que
incluso desde el Congreso eran capaces de agarrarse a botellazos, sillazos, empujones
y escupitajos; todo eso lo llevaron a la calle, copiando fielmente – como muchas
veces lo hemos hecho – esas malas prácticas que no fuimos capaces de detener a
tiempo, entonces resulta que hoy, cualquier pelmazo ignorante se ve con el
derecho de exigir a punta de piedrazos y bombas molotov lo que socialmente dice
pertenecerle por derecho propio, esto es, un gordo y rebosante Estado de
Bienestar, uno a la altura de prodigar y resolverle todas sus incapacidades
para salir adelante por cuenta propia, no trabajan o lo hace un poco – tampoco
le pongamos tanto – pero aspiran que en 40 años más tengan una pensión que les
permita estar sentados en una hamaca con un mondadientes en una mano y una cerveza
en la otra, mientras un suculento plato de aceitunas y queso lo siga haciendo
engordar; por supuesto también quieren el mejor transporte del mundo al menor
costo posible, entonces nos hacen mirar a Estocolmo, Ginebra, Amsterdam para
decirnos cuál niño obstinado y mal educado que esa es su aspiración, nada menos
porque es indigno; más adelante quieren una salud que les cubra lo antes
posible hasta el tratamiento para uñas encarnadas y hongos de sus pies, ¿a qué
costo?, gratis pues, si es deber del Estado generar las condiciones para una
salud eficiente, de calidad, oportuna y gratuita; ni hablar de educación, aquí
la cosa pasa por gratuidad desde la tierna infancia hasta la Universidad,
¿cuánto demore en recorrer ese camino? No importa, “es problema mío” nos dicen,
lo relevante es que sea gratuita (¿!?) ¿y la calidad, el mérito y la excelencia
donde la dejamos?; ¿les parece que hablemos algo respecto del trabajo? Ese miserable
concepto que nos obliga a vivir encadenados a una actividad que requiere
esfuerzo, sacrificio, dedicación, empeño, perseverancia y responsabilidad –
pero qué profunda y larga definición para algo que en realidad es tan perverso
como egoísta – a este mundo vinimos a ser felices, no a sacarnos la cresta para
hacer rico otro a costa de nuestro sudor, no pues, muerte al trabajo aquí y ahora,
no estamos para engordarles más los bolsillos a perversos ricachones que nos
esclavizan mientras nosotros tomamos un té de la peor clase y una marraqueta
añeja con un sucedáneo de mantequilla, mientras él se pasea en su Mercedes
Benz, BMW, Audi o Land Rover. Tiene que haber estado muy aburrido ese Ser
Humano que inventó el trabajo y peor aún, definió que sería a cambio del sucio
dinero – donde está sepultado para ir a quemarle la tumba. Bueno, todo lo
descrito en torno al trabajo, muchos dicen vivirlo a diario, no niego que hay
casos como aquel, pero si no quiere pasar por lo anterior, entonces emprenda
por cuenta propia, parta por algo, ok, entiendo lo que deben estar pensando y
es cierto, todos necesitamos que se nos reconozca dignamente el trabajo que
hayamos decidido hacer, perfecto que así sea, pero no olvide lo que le dije al
principio, debe hacerlo con responsabilidad y perseverancia, primero demuestre
que le gusta lo que hace y destáquese para ser reconocido, si no lo es,
búsquese otro lugar, pero no lo paralice, no lo queme ni vandalice, porque así lo
único que logra es destruir su propia fuente de ingresos, al final donde había
uno habrá otro, ¿qué es eso de trabajar menos para ser “más felices”?, sepa que
la felicidad justamente se logra con sacrificio, a mayor esfuerzo mayor
recompensa, pero no, usted no solo quiere trabajar menos, quiere además ganar
lo mismo ¿y qué hacemos con la productividad?, porque debe entender que esto se
trata de trabajar produciendo, no calentando un asiento de 9 a 5, debe entregar
algo a cambio, no es asistir al lugar de trabajo y en muchos casos colgar el
vestón o la cartera para ir a servirse un café con un puchito o comentar el
último video de Facebook o comentar el partido de fútbol del día anterior y
menos se trata de ir a hacer las tareas de los hijos con los recursos de su
empleador, se trata de producir y generar valor; por último no se olvide de
algo trascendental y es que, a mayor tiempo de ocio más recursos necesita,
porque querrá ir al gimnasio, de compras o de paseo y todo eso se costea con
dinero, no son suficientes las ganas, porque por último tendrá que comprarse
una bebida o un helado ¿con qué lo va a pagar?
Una reflexión sobre las marcas de Élite que he mencionado y que tantos miran con envidia perversa, siempre pensando que lo obtuvieron robándole a otro o que con ello hace una grosera ostentación de poder, mientras otros muerden polvo. Esos mismos olvidan por completo que ese fastuoso vehículo dio de comer a una interminable cadena de personas, las que a través de su esfuerzo y talento, crearon, promovieron, distribuyeron y finalmente ensamblaron en torno a una marca, para luego ponerlo en el mercado a través de un largo viaje que también dio de comer a otros más, para finalmente llegar al distribuidor, donde un concesionario invirtió y lo puso en una vitrina, gracias a la que nuevamente volvió a comer mucha gente, ¿para qué?, para que finalmente aquel Ser egoísta pagara por toda esa cadena de valor y recompensara a todos y cada uno de los que se esforzaron por ponerlo a su disposición.
Despierten giles, el Estado de Bienestar al que aspiran no se
consigue en la calle marchando, esa fiesta dura un ratito, no pueden estar
eternamente protestando y exigiendo, ¿cómo van a alimentarse ustedes y sus
familias por el resto de sus vidas?, no nacieron en cuna de oro, así que
simplemente váyanse haciendo la idea que si no se ponen las pilas se quedan sin
nada, ahora serán más pobres que antes. El Estado podrá hacer su esfuerzo a
punta de extorsiones de oscuros políticos que maliciosamente lo manipulan a usted; ahora le
comento lo que usted no ve, el político seguirá llamándolo a usted a exigir al Estado, mientras
tanto y cuando no le está “dando la cara”, está engordando, disfrutando de un
parasitismo espantoso que también le ha financiado hasta con el IVA que paga
por la marraqueta que se come y el té que se bebe. No se confunda, al político
lo menos que le interesa es TU bienestar, le importa SU bienestar, si no le
quedó claro esto, dicho en otras palabras, le importa un carajo lo que a usted
le pase, él seguirá gordito y rebosante, su chofer lo llevará donde quiera,
viajará en 1ra. Clase con un pasaje que también será financiado con la
mortadela que a veces usted con mucho esfuerzo le pone a su pancito. Él seguirá
atendiéndose en la mejor clínica privada del país, mientras usted tiene que levantarse
a las 5 de la madrugada, arrastrando ojeras para ver si consigue un número, cosa que tipo 11 de la mañana le den una interconsulta para 2 meses más, ojalá no
vaya por una apendicitis, porque seguro muere de peritonitis; el político antes
de salir de su casa (la de él, a usted lo tuteo), le dejará suficiente dinero a
su servicio doméstico para que compre lo necesario para la fiesta que se viene el fin de
semana, le habrá transferido a su hijo/a la mesada para que si el querubín está en aquel
colegio particular sin letras ni números, se compre un suculento sandwich calentado
en un horno profesional y lo acompañe de una buena y refrescante bebida, si por el contrario está en la Universidad, se preocupará de dejarle el
dinero para el almuerzo, los puchos y la bencina; mientras usted en tanto,
seguirá buscando en el pantalón si es que le quedan algunas monedas – Dios no
permita que se le hayan caído por el orificio del bolsillo – para dejarle a su
hijo/a chauchas para que se compre un berlín, olvídese de la bebida, el agua es
fuente de salud, entonces esa niña o niña irá a sentarse en su banco de colegio, si es
invierno lo hará alejado/a de la ventana donde iba el vidrio, si es verano, lo hará al
fondo de la sala y lo más pegado al muro para que la espalda no se le derrita del calor,
esperemos que el profesor haya ido al colegio y más importante aún, que tenga
ganas de traspasarle algún conocimiento.
¡Ya sé!, pero qué tipo más arrogante el que escribe esto,
justamente marchamos para que no haya esas injusticias que con tanto lujo de detalles
describe, ¡queremos igualdad en todo lo que describe…y lo queremos gratis! Hmmmm, sepa que lo que usted recibe “gratis” necesariamente lo paga otro a
través de los impuestos que se recaudan mensual y anualmente, porque aquí en
Chilito le cobramos mínimo 17 veces, de enero a diciembre IVA, en marzo los
permisos de circulación, en abril la renta y trimestralmente las contribuciones,
así que a meterse la mano para financiar la bendita iguardá.
Chile no necesita iguardá, lo que necesita es equidad, iguales no
seremos jamás y tampoco debemos serlo, le dejo un cuadrito para que entienda gráficamente
la diferencia, ya que explicárselo podría ser eterno.
La equidad se consigue haciendo TODOS un gran esfuerzo, lo debe hacer el proleta
y el ricachón, todos ponemos algo para recibir algo – no lo mire desde el punto
de vista bíblico, eso de dar sin esperar recibir...eso no existe – La sociedad
en su conjunto debe velar por tener un sistema que permita a todos ir saliendo
de nuestro subdesarrollo, nuestra mediocridad y miopía selectivas.
Finalmente reflexionar – en serio – respecto de la
conciliación natural que debe existir entre aspiraciones y pretensiones, versus
la realidad que el Estado es capaz de hacer con los recursos que recibe para lo que le corresponde, porque tenga claro que El Estado no genera recursos, sólo dispone de un conjunto de reglas que permiten que la inversión o el recaudo de impuestos ocurra. a propósito de impuestos, no se puede
resolver todo con impuestos, bonos y regalías, porque el hilo siempre se cortará
por lo más delgado, así que le aconsejo que deje de protestar en la calle, hágase cargo de su responsabilidad cívica y
vaya a votar en conciencia, desconfíe siempre y en cualquiera sea el caso, de aquel que le hable de la tierra prometida. Una Sociedad – más allá de un país – sale adelante
porque la suma de sus esfuerzos es verdaderamente mayor a la de sus esfuerzos individuales,
en otras palabras, colectivamente y remando todos para el mismo lado, así como lo grafica esta imagen, es que se supera la pobreza, la mediocridad y de paso se cura la ignorancia.
Tenga presente que si no lo hace de esta forma, al final lo que sucede es que el bote se parte en 2 y todos terminamos ahogados.
Los dejo por ahora, puede que haya sido mucho lo dicho y se
debe dar tiempo para digerirlo.